como tranquila y paciente. Los nervios no le juegan malas pasadas, pero quizás su exceso de temple la convierte en una persona que, de primeras, puede parecer demasiado seria. Y lo es, pero a medida que pasan los minutos, se va relajando y la expresión de su cara se suaviza, sobre todo cuando habla de sus hijas (tiene dos, de 8 y 12 años). Es una firme defensora de su pueblo, Jimena, y de la vida tranquila que ofrecen los pequeños municipios. Le gusta el contacto directo con la gente y sólo tiene buenos recuerdos de su etapa como alcaldesa de Jimena. La defensa que hace de sus orígenes y su experiencia en política municipal le han valido para una carrera que casi podría denominarse meteórica. Aún así, Catalina García, cabeza de lista por Jaén en la candidatura del PP al Parlamento de Andalucía, tiene una cosa muy clara: «la política no es para toda la vida». Ahora quiere volcarse al cien por cien en ella, pero sabe que algún día volverá a ejercer su profesión: enfermera.¿Cuando Javier Arenas la presentó como candidata por Jaén, dijo que usted será «la voz de la calle y del mundo rural» en el Parlamento. ¿Se siente identificada?
Me identifico plenamente. Me gusta estar en contacto con la gente, conocer los problemas de primera mano. Cuando perdí las elecciones en Jimena, que es donde he hecho mi carrera política, y donde me encontraba muy a gusto, me ofrecieron la portavocía en la Diputación, y la acepté porque suponíaseguir estando en contacto con los pueblos, con el mundo rural y con la gente. Me siento identificada con el mundo rural, vengo de un pueblo de 1.500 habitantes.
